Hoy he escuchado la noticia del gran éxito del estreno en Japón de una opera cuyos protagonistas son interpretes digitales con aspecto "manga", que rápidamente ha sido demandada por los grandes teatros de la ópera en Europa. Y aunque no dudo de su calidad y seguro que tendrá su aquel, ante esta situación me viene a la memoria una de las más grandes injusticias que se han cometido con una ópera en España. En 1997 y después de un intenso trabajo e investigación que le llevó varios años y que casi acaba arruinándolo, Jose María Cano (componente del grupo pop Mecano) publica su ópera "Luna" basada en el tema "Hijo de la Luna" que había compuesto e interpretado con Mecano y que había tenido una versión con la colaboración de la gran Monserrat Caballé. Cuando J.M. Cano ofrece la opera al Teatro Real de Madrid para estrenarla allí, el patronato del teatro deniega su petición, influenciado por la crítica especializada que no consideraba al autor, un músico con la calidad y los conocimientos suficientes.
Este hecho truncó la ilusión puesta en este trabajo de este gran músico y "Luna" solo se llegó a estrenar en una única representación en versión concierto en el Palau de la Música de Valencia en 1998. Afortunadamente se realizó una grabación en un maravilloso disco con extractos de la ópera, con la Orquesta Sinfónica de Londres y las voces de Plácido Domingo, Teresa Berganza, Reneé Fleming y Ainhoa Arteta que apoyaron el proyecto desde el principio.
Y a pesar de la crítica especializada "Luna" ha sido el disco de ópera más vendido en España hasta ahora. Un trabajo que mereció tener un mejor final y que los que amamos la música en general, nos gustaría ver representado en un teatro de ópera, alguna vez (ya que incluso los personajes y la música digital están abriéndose camino en este cerrado y sacrosanto género musical).
El tema "Un gitano sin su honor" en la voz de Plácido Domingo, es una de las canciones más brillantes y emocionantes de la obra, que cada vez que la oigo es capaz de ponerme los pelos de punta. Si oyendo algunos pasajes de operas de Verdi, Mozart o el mismo Wagner, que normalmente no se entienden, uno se emociona, os aseguro que escuchando este tema, por la melodía, la voz y la historia que cuenta, emociona de esa manera especial que solo la buena música consigue.
Y este es el video de la interpretación en el concierto de Valencia. Aunque la calidad de sonido del video, no es tan buena como la grabación del disco, es una maravilla ver y oir al gran Plácido Domingo interpretando este bellísimo tema. No hay más que ver su cara al terminar. Bravo por Jose María Cano y bravo por Plácido Domingo y el resto de interpretes que hicieron posible una gran obra como esta.
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