Hay canciones que te tocan la fibra sensible. Y suele pasar que cuando son en italiano o en frances, lo hacen aun más. Esta canción, tema principal de la película del mismo nombre interpretado por la casi susurrante voz de Charlotte Gainsbourg, es un buen ejemplo. La mezcla de la provocadora fuerza de su padre, Serge Gainsbourg y de la delicadeza de su madre, Jane Birkin, quizá tenga algo que ver.
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